Lecciones

12.6 Historias de vidas pasadas

 

– Después de haber vivido mi última vida de todas, volví a la vida después de la muerte y vi en todas mis anteriores. Había vivido vidas en las que di a luz a niños y en las que tenía el “Cuerpo maternal”, por lo que conocí las leyes.
-En esa vida conocí un alma ante quien tenía que enmendarme por lo que había hecho con mi propio cuerpo. Esa alma descendió en mí y tuve que aceptar que en mi interior se hizo consciente el poderoso milagro. En él servía, solo allí podía servir, en él me entregaba.
-En esa vida viví el milagro más poderoso de todos los que creó Dios.
-Tuvo lugar en mi interior, mi alma hizo la transición a ese milagro, la joven vida fue emergiendo desde las tinieblas y se hizo consciente en mí. Allí fui “madre”.
-Después vi muchas vidas, en las que experimenté la ley de “causa y efecto”. Padecí hambre y penurias, viví dolores horrorosos, enfermedades y pesadillas que pueden vivirse en la tierra cuando esa vida nos lleva a la esclavitud.
-Me veía a mí mismo como un esclavo y otros me asesinaban, y así de todas formas volvía a morir en la tierra, una vez alcanzada mi edad, para regresar allí.
-Una y otra vez era atraído por la tierra, por dos almas, hasta que en ella no hubo más almas ante las que tuviera que enmendarme. Así me encontré ante mi última vida de todas en la tierra.

Entre la vida y la muerte – Nuevas vidas p.321

-Otro ejemplo.
Me viene a ver una señora. No puede estar —según me dijo— en un espacio cerrado. Y si esto le ocurre de todas formas, le da la sensación de que se asfixia y se va de casa corriendo. No se puede hacer nada, dicen los médicos. Aunque la hayan atiborrado de medicamentos, todo sigue igual. ¿Ahora qué? Llegué a ver el diagnóstico y su vida anterior. También entonces esta mujer, como alma, era madre. Y en esa vida fue quemada viva. Perdió esa vida precisamente por haberse sentido encerrada y por no ver una salida.
-Dado que los médicos todavía no son capaces de aceptar la reencarnación están impotentes y no hacen más que echar a esa gente, o dan medicamentos a los pacientes, pero ¡es el espíritu y no la materia!
-Así es como puedo analizar miles de estados humanos para ustedes, porque cada fenómeno tiene que ver con nuestra vida interior.

Preguntas y respuestas 1 – Navegación 10 p.328


Citas de los libros de Jozef Rulof