Lecciones

24.8 Cada alma tiene libre albedrío y sigue su propio camino hacia la iluminación

 

Nosotros, los humanos, somos como chispas Divinas nacidas de la Omnifuente de AMOR, y para poder alcanzar de nuevo el Omnigrado Divino, debemos adquirir todos los grados de AMOR. Para ello, el universo fue creado a partir de las fuerzas divinas. El ser humano, como chispa divina, debe apropiarse del universo visible e invisible.

-Esto solo puede lograrse a través de la evolución, tanto a nivel material como espiritual. Las leyes cósmicas de la Paternidad y Maternidad, Reencarnación, Karma y Causa y Efecto dirigen este proceso evolutivo.

-Las leyes del Karma y Causa y Efecto aseguran que cada alma pueda corregir sus errores.

-Las leyes divinas son justas, la condenación eterna no existe.

-Existen un total de siete Grados Cósmicos. La Luna es el primer Grado Cósmico. El planeta Marte es el núcleo del segundo Grado Cósmico. La Tierra, donde vivimos ahora, es el núcleo del tercer Grado Cósmico.

-Después de la Tierra y las Esferas Celestiales, el alma humana continúa hacia el cuarto Grado Cósmico.

La Sociedad de la Sabiduría Celestial