Cada persona ha tenido muchos nombres diferentes en las muchas vidas terrenales. Por lo tanto, el ser humano también no tiene un nombre fijo en los mundos después de la muerte. Solo a partir de la Cuarta Esfera de Luz, un nombre puede comenzar a formarse lentamente desde el espacio. Esto sucede al servir. A través del pensamiento y el sentimiento, el alma experimenta su propio nombre. Millones de almas con el mismo estado de servicio pueden representar juntas un solo nombre.
– Han recibido ustedes sus nombres de sus padres. Pero para el espacio también reciben un nombre.
– Si usted…, está trabajando, si usted está trabajando para sí misma, eso es desarrollo propio, nunca recibirá un nombre desde el cosmos. Pero al final lo conseguirá. Y cuando llegue usted a la cuarta esfera, y está usted allí, allí adquirirá verdaderamente un núcleo espiritual, es decir: aunque sea núcleo como ser humano , allí recibirá… su nombre se va construyendo desde el espacio.
– Y en la primera esfera no tiene usted un nombre, tampoco en la segunda, ni en la tercera, quizá vaya a venir en la cuarta; si es que ha hecho algo.
– Y ahora se va construyendo algo a partir del espacio, desde el espacio, y llegan a ver su nombre, poco a poco, por su pensamiento y sentimiento, por su personalidad. Pero hay millones de personas que no tienen ninguno.
– Así que todo lo que guarde la más mínima relación con la Universidad de Cristo recibirá e irá construyendo una personalidad espacial, y entonces recibirá un nombre.
– Y simple y justo. Si están muy, muy ocupados con ustedes mismos para esa Universidad y sirven, estarán dándose aquí un nombre, una tarea —naturalmente, por esa tarea—, una personalidad. Y dándose así se va formando algo, representarán ustedes algo, y entonces recibirán un nombre, que les será enviado por el espacio.
Preguntas y respuestas 2 – Noche del jueves 14 de febrero de 1952 p.368 – 370
Citas de los libros de Jozef Rulof