El Maestro Alcar describe en el libro ‘Una Mirada al Más Allá’ su propia vivienda en la quinta esfera. En el centro se encuentra la sala del amor universal. En ella se encuentra la fuente espiritual, como símbolo del cuidado amoroso de toda la vida. Las habitaciones que la rodean están formadas por las características del carácter. Así, hay habitaciones de confianza, sencillez, verdad, concentración, voluntad fuerte, paz y arte. También hay una habitación en la que Alcar puede ver su vida terrenal vivida. En ella se encuentra todo, ningún pensamiento se ha perdido. Las habitaciones que están más altas en la casa son más etéreas. En ellas también hay partes invisibles, que Alcar solo conocerá a medida que su amor y conciencia crezcan.
– En una alta montaña, André vio la posesión de Alcar.
– Estaba hecho de una materia azulada y parecía como si todo el edificio irradiara luz.
– El suelo en el que caminaba era de mármol azulado. Y todo irradiaba luz, todo vivía.
– Las paredes estaban adornadas y también estas, si quisiera llamarlas así, irradiaban luz. Casi podía atravesarlas con la mirada. Encima de su cabeza veía el techo, que se parecía al universo.
– Por eso todo irradia, todo es vida, porque el ser está vivo y posee este amor. Cuanto más bello nuestro amor, más bella nuestra casa, nuestra posesión, es decir, todo irradiará según la fuerza de amor que poseamos. Así, el ser humano se construye su propia casa y conforme vaya subiendo, también cambiará todo. Por eso, el ser humano es su propio creador, lo que se realiza por su voluntad y fuerza de los sentimientos. Todo vive, en todo está su propia vida.
– Esta posesión sube cada vez más hasta que llegue el día en que haya alcanzado la sexta esfera.
Así avanza el ser humano, para trabajar en sí mismo, para embellecer sus posesiones. Cada vez más, hasta que haya llegado a la sintonización divina y su estado, su vivienda, su vida, su amor, hagan la transición a lo divino.
– Es decir que una esfera es un estado esférico, lo que encuentra a su vez sintonización con el universo; por lo tanto: nuestra casa es como el universo.
Una mirada en el más allá – La quinta esfera p.367, 368, 370, 372, 377
Citas de los libros de Jozef Rulof