Las siguientes citas reflejan la experiencia de una sinfonía de la vida celestial, realizada en música, luz y color, que representa la vida del ser humano, desde la Tierra hasta la sexta esfera.
– La joven vida había pasado los primeros años en la tierra y había crecido hasta ser un niño que jugaba en la naturaleza.
– Ahora los colores iban cambiando; la música había pasado a ser un brincar juguetón y él también se sintió acogido, como si brincara por encima de pastizales y planicies, camino de una joven vida.
– En los colores estaba la edad, la felicidad del ser, en ellos sentía al niño y la música fue creciendo hasta formar un conjunto imponente.
– La vida se volvía más feroz, había alcanzado la edad masculina en la tierra.
– La madre lloraba por su hijo, que estaba abandonado a poderes oscuros.
– La música se hizo ahora estridente, como la luz coloreada de las esferas oscuras, llameante y bramante como un huracán.
– La música lo atravesaba como una corriente, cada vez más aguda, y los colores cambiaron a rojo fuerte y verde suave —la irradiación de los maestros en el mal, que había conocido en este viaje. Era como si se paralizara.
– Ahora vio que la vida hacía la transición hacia el otro lado. Esta vivía en las regiones oscuras, allí se estaba conociendo y se le estaba convenciendo de una vida más elevada.
– La música se iba haciendo más y más etérea; ya no oía tonos rudos, aterradores.
– Ahora estaba en la segunda esfera, el cielo despejado estaba dentro del azul resplandeciente que observaba y en él sentía y veía que la vida se acercaba a la tercera esfera.
– Los colores eran cada vez más bellos y la música más elevada, formaban un conjunto. André sintió que la cuarta esfera estaba cerca, para entrar así a continuación a la quinta y la sexta.
– La música se fue reduciendo poco a poco, los maestros iban terminando, los colores pasaban a ser una emanación, los últimos tonos se fueron apagando hasta un suave susurro; había llegado el final. Los maestros habían interpretado una sinfonía vital, la vida “era” y había vuelto a encontrar a su Dios.
Una mirada en el más allá – Sexta esfera; música espiritual p. 618 – 622
Citas de los libros de Jozef Rulof