La Séptima Esfera de Luz es la esfera más alta del 3er Grado Cósmico. En esta esfera viven los maestros que guían la evolución de toda la vida, tanto en la Tierra como en las esferas. También fueron maestros de esta esfera, los que alguna vez se encarnaron en la Tierra para construir la pirámide de Gizeh. Cuando terminan su desarrollo, pasan al 4to Grado Cósmico. Su tarea es entonces asumida por otros maestros.
– Ahora no habían tardado nada en acercarse a la frontera y allí ante él, en una belleza inexplicable, vio la séptima esfera.
– Todo estaba cubierto de oro y en esta esfera veía reunidos colores de otras esferas, aunque solo fueran colores luminosos. Aquí no podría entrar. Su cuerpo espiritual se abrasaría por la fuerza de la luz o volvería a la tierra con una velocidad vertiginosa.
– Amor, solo amor, Dios vivía en todo. Veía templos como no había observado nunca antes.
Una mirada en el más allá – Séptima esfera y de vuelta a la tierra p. 622, 623
– En la séptima esfera, las posesiones del ser humano ya se han convertido en una luz con un toque dorado. En esa esfera vemos ahora la viva imagen de la luz divina dorada, y el ser humano tenía que asimilarla. Esta luz espiritual y divina se haría tal como se nos concedió percibir al inicio de la creación, en el proceso de revelación.
– Las personas que habían llegado a la séptima esfera y habían cumplido su tarea allí se preparaban para despedirse de sus hermanas y hermanos. Quienes habían llevado a cabo una tarea allí se la encargaban a otros. Los mentores se elevaban más, y con ellos, millones de otros. Les esperaba otro planeta, otro sistema solar. Pero también el nacimiento de las esferas espirituales duraba millones de años.
El origen del universo – El ser humano como el creador de la luz p. 263
Citas de los libros de Jozef Rulof