Su vida en la tierra fue una vida enfocada en destruir personas. Todo a su alrededor es muerte y perdición. Echadas a los calabozos, como presa de animales salvajes, para saciarse ella misma. Cientos de personas le obedecían y cumplían sus caprichos. Hizo torturar a personas hasta la muerte para saciarse de su dolor. Cuando corría la sangre, ella vivía su vida animal.
Una mirada en el más allá – Regiones oscuras p.315
– Una maestra del mal. Ella también hizo la transición, como hizo asesinar a muchos. La imagen que veo es terrible. Se alimentaba a sus cocodrilos sacrificando cientos de vidas. Esto es desgarrador, André. Asesinó a muchas mujeres que igualaban su belleza.
– Mirara donde mirara, en todos lados yacían personas que no le habían infligido más que pena y dolor a otros. En verdad, este era un valle de dolor.
Una mirada en el más allá – Regiones oscuras p.315, 316
– Hay entre nosotros quienes ya no poseen ningún cuerpo, se han convertido en engendros repugnantes. Las manos se han retorcido y alargado; están deformadas. Ya no son rostros, ya no son seres humanos. Los líos animales se deforman, esa es, pues, la personalidad.
Conferencias 1 – El ser humano y su despertar espiritual p.309
– Y viven dentro la tierra, sin saberlo.
Pero ahora vamos a seguir. Pues, señor, entonces verá cómo cambia el rostro, cómo cambia el ser humano, los labios, los brazos son garras y ya ni siquiera hay brazos, han terminado por unirse; ha desaparecido el ser humano. Hasta que estamos tirados como una medusa en la playa. ¿No lo sabía usted? ¿No es honesto? Cuanto más profundos vayamos ahora, más podredumbre habrá en nuestra aura. Solo que no oscurecerá, señor, pero apesta en nuestra aura. Un ser humano con la conciencia normal ya no soporta estar en esa esfera. Todo se convierte en un lío animal.
Preguntas y respuestas 2 – Noche del jueves 10 de enero de 1952 p.236, 327
Citas de los libros de Jozef Rulof
Nota:
Las esferas oscuras, o más bien mundos de lo inconsciente, constituyen el infierno en el Más Allá. Pero las Almas (humanas), que viven allí, no tienen que permanecer allí para siempre, ya que también ellas alcanzarán una vez los reinos superiores (esferas del amor). Ningún alma divina se pierde. No hay condenación eterna.