Lecciones

31.8 La primera esfera tenebrosa es el infierno más profundo, caracterizado por la vida hedionda y putrefacta

 

—¿Es esta esferas la más baja de este lado, Alcar?
—Sí, hijo mío, aquí viven personas que han transgredido todas las leyes naturales.
Todas estas personas son indomables. No saben qué limites pasan y no entienden de lo que hacen. Por eso se encuentran en este estado.

El origen del universe – Volver a nacer en la tierra p.492

– Todas estas personas se han hundido muchísimo, están inconscientes y se encuentran aquí, lo que puede durar miles de años. Sin embargo, algún día despertarán y empezarán una nueva vida.

El origen del universe – Volver a nacer en la tierra p.492

– Hay una persona aquí que ha acabado con millones de seres humanos. Imagínate más adelante su lucha, su pena y dolor. Tendrá que dormir miles de años más, solo entonces también él volverá a nacer. Entonces será un simplón, un deficiente mental, un muerto en vida.

El origen del universe – Volver a nacer en la tierra p.495

– Su cabeza, su rostro no tendrá… —ahora viene, señora, fíjense, señoras, señores—, su rostro no tendrá ya responsabilidad normal, cósmica, espiritual. Lo divino por lo que poseemos nuestro rostro en el otro lado, eso está fragmentado. Cada acto y acción equivocados quita algo de lo que es normal, radiante, en nosotros y nos deforma.
– Gus Doré, que dibujó la obra de Dante*, se acercó, pero los verán desangrarse por completo. Los seres humanos están tirados allí como medusas en las tinieblas, en la playa, no hay playa, pero yacen allí como medusas, hechos una baba.

Preguntas y respuestas 2 – Noche del jueves 31 de enero de 1952 p.335, 336

* Gustave Doré, 1832 – 1883, hizo ilustraciones para el libro ‘La divina comedia’

Citas de los libros de Jozef Rulof

Ver también:  https://rulof.es/Esferas-tenebrosas.html

                       https://rulof.es/Esferas-tenebrosas-__-Fuentes.html

Nota:
Las esferas oscuras, o más bien mundos de lo inconsciente, constituyen el infierno en el Más Allá. Pero las Almas (humanas), que viven allí, no tienen que permanecer allí para siempre, ya que también ellas alcanzarán una vez los reinos superiores (esferas del amor). Ningún alma divina se pierde. No hay condenación eterna.