Lecciones

32.10 El duelo por una persona fallecida puede obstaculizar su desarrollo

 

Despedirse de un ser querido suele ser muy triste. La historia que sigue, extraída del libro «Una mirada al más allá», trata de una mujer que murió muy joven y cuyos padres vuelven una y otra vez a la tumba.
Sin embargo, no se dan cuenta de que su dolor atrae al difunto de vuelta a la Tierra y no se le da descanso para que se desarrolle plenamente en las Esferas de Luz.

– Es un cementerio y ya ves que mucha gente va a dejar flores en las tumbas de sus seres queridos. Allí los que se quedaron atrás no encuentran mucho consuelo, pero el ser humano, que es ignorante, tampoco puede hacerse una idea, formarse una imagen de la realidad. Piensa que sus seres queridos yacen en efecto debajo de las lápidas y visitarlos es su único consuelo; piensa honrarlos y amarlos así.

Una mirada en el más allá – La incineración y el entierro p.188

– Es la tumba de una chica de veinticinco años. Observa bien y escucha.
André vio un ángel en la tumba, esculpido en mármol níveo. Tenía una palma en la mano derecha y se inclinaba como queriendo defender la tumba.
—Mira, André, las dos personas que están frente a la tumba son sus padres. Pusieron en la lápida estas bellas flores como muestra de su amor. Te mostraré más cosas, pero no hables. André tuvo que esforzarse para no hacer ruido, porque al lado de los padres vio a una joven, hermosa como un ángel y vestida por completo de blanco. Abrazaba a su madre, lo que esta al parecer no percibía, y tampoco oía la suave voz que le decía: “Mamá, mamá, estoy con usted. No esté triste, soy feliz”.
– ¿Qué hace aquí en la esfera de la tierra? Si su casa está en las esferas de luz, ¿no?
—Sí, hermano, así es, pero no encuentro sosiego allá. Me tiran de vuelta hacia acá. No tengo sosiego por toda su pena y dolor. Oh, si supieran que vivo y que estoy bien, podría ser feliz en las esferas de luz, felicidad y amor. Pero ahora no puedo serlo, porque no lo saben. Ay, ¡ayúdeme, ayúdeme! Se lo suplico. Usted también viene de la luz. Ayúdeme, hermano, a alcanzarlos.
Pero la ayudaremos. Mi amigo y yo tenemos el objetivo de convencerlos de la vida de usted en las esferas.

Una mirada en el más allá – La incineración y el entierro p.189, 190

 

Citas de los libros de Jozef Rulof