Muchos animales son clarividentes. Pueden percibir la apariencia espiritual. A menudo tienen una intuición más fina que los humanos. En la siguiente historia, Joseph Rulof, como espíritu, visita a una mujer con tres perritos. La mujer no nota nada, pero los perros lo perciben y lo demuestran gruñendo.
—Mira, André, aquí está la mujer que quería visitar. Una mirada en el más allá – La incineración y el entierro p.160 – La mujer no vive con la materia, sino que la materia la vive a ella: Esta joven quiere tener sus perritos para ella sola y nadie puede acariciar a los inocentes animalitos. Gasta más en ellos que en cualquiera de sus subordinados, que tienen que hacer el trabajo más pesado para ella. Todo por amor propio, André. Nunca aprecia los buenos cuidados de su personal. Sería una bendición para ella si perdiera sus bienes materiales, porque toda esta abundancia la lleva a la perdición. No vive con la materia, sino que la materia la vive a ella, e igual que ella a tantos otros que siguen en la tierra. Una mirada en el más allá – La incineración y el entierro p.162 Citas de los libros de Jozef Rulof |