Lecciones

33.1 Fantasmas y suicidio

 

El ser humano, que pone fin a su vida por voluntad propia, se convierte en un fantasma.
En el lugar donde el alma puso fin a su vida, permanece embrujada hasta que se cumplen las leyes.
Ese caminar de un lado a otro, subiendo y bajando escaleras, es la búsqueda de una salida, que no está ahí. El alma está en un laberinto y no puede salir.
Esta vida sigue chocando con las leyes astrales.

– Cada fantasma es un espíritu. Es también lo único que en realidad se sabe de ellos en la tierra, aunque gran número de personas ha intentado representar al fantasma.
Había parapsicólogos que se habían encerrado con el fantasma, pero cuando este empezaba sus andanzas se hartaban y salían corriendo de la casa embrujada, tanto temblaban y se estremecían con toda la historia de fantasmas. Cuando el fantasma se manifestaba les parecía mejor desaparecer lo antes posible y en esto tenían mucha razón estos eruditos, pues los fantasmas pueden ser peligrosos. El fantasma los dejaba muertos de miedo, se portaba de manera horrenda, para colmo lanzaba piedras y traqueteaba con cadenas. ¡La de cosas que puede hacer un fantasma! Traquetear con cadenas, subir y bajar escaleras, ponerse verdaderamente fantasmal por la noche, cuando han sonado las doce campanadas. Porque por la noche el ser humano ya no es tan seguro de sí mismo, y es justo entonces cuando empiezan los fantasmas, es el momento de pensar en su tarea.
-El ser humano que pone fin a su vida por voluntad propia se convierte en fantasma porque ha pisoteado las leyes de Dios, y esas mismas le imponen el alto espiritual. El suicida está atado a su lugar, este lo mantiene preso hasta que se hayan vivido las leyes. Solo entonces el alma puede ir hacia donde ella misma quiera.

Dones espirituales – Las apariciones de fantasmas p.454

– Cada fantasma tiene una manera propia de aparecer. Algunos siempre llegan a una hora fija. Es la hora de la destrucción. Esa hora mantiene consciente al alma.  Cuando se acerca esa hora, la vida ya no puede concentrarse en el silencio y la tranquilidad, y el alma va a la deriva.
– Ahora el alma vuelve a vivir la destrucción y eso vuelve una y otra vez, meses, no, cientos de años seguidos, mientras sube y baja las escaleras, arrastrando grilletes y pedazos de piedra. ¿Puedes intuir la miseria que se vive ahora? 

Dones espirituales – Las apariciones de fantasmas p.460

O sea, no a la ley del karma. Ese cuerpo se ha disuelto. Pero el fantasma está atado al acto, y a la personalidad, al sentimiento. Así que si quier seguir viviendo en esa oscuridad, tampoco quedará libre. 

Preguntas y respuestas 6  Noche del martes 13 de marzo de 1951 p.178  

 

Citas de los libros de Jozef Rulof