Lecciones

33.2 Lanzamiento de piedras por fantasmas y espíritus oscuros

 

El lanzamiento de piedras por los demonios es bien conocido en la Tierra, pero cómo se hace en realidad, poca gente lo sabe. Cuando comienza el lanzamiento de piedras, la piedra es despojada de la gravedad por la concentración y entonces es tan ligera como una pluma. Justo antes de alcanzar el objetivo, el demonio libera la concentración. La piedra recupera entonces la gravedad y puede herir mortalmente al objetivo.
Hace siglos, se lanzaban muchas piedras. Ahora se oye hablar menos de ello.

– También tirar piedras pertenece a los fenómenos físicos. Solo las almas tenebrosas lanzarán piedras, pues un espíritu de la luz venció esa rudeza hace mucho y ya no pensará en ella. Sin embargo, lanzar piedras es tan viejo como la vida en el infierno; desde el origen de las esferas infernales se han lanzado piedras en la tierra. En la tierra son conocidos los lanzamientos, pero solo pocas personas saben de verdad cómo funciona. Cuando se lanzan piedras, casi siempre hay víctimas que lamentar y entonces enseguida conoces la mentalidad del que ha lanzado la piedra o de la que la ha lanzado, pues también hay mujeres que lo hacen. Por supuesto que esos hombres y esas mujeres viven en un estado tenebroso, su infierno; sin embargo entraron temporalmente en contacto con la tierra y pudieron empezar a lanzar piedras.
Hace siglos se lanzaban muchísimas piedras, en tu propio tiempo ya no ocurre más que raramente.

– Cuando comienza el lanzamiento de piedras, se quita la fuerza de gravedad a la piedra y es entonces ligera como una plumita. En ese mismo instante sigue la levitación de la piedra. Por lo tanto se ha levantado la piedra, despojada de la fuerza de gravedad, y el blanco ha sido absorbido ya de antemano. Ahora el demonio sintoniza su concentración y arroja la piedra. La concentración está sintonizada en un solo punto, justo en tu cabeza, y allí es donde termina la piedra. Pero en el camino, mientras planea la piedra, ocurre un gran milagro. En el momento en que vuela la piedra y cerca del punto final, el demonio suelta la piedra de su concentración. Ahora la levitación deja de existir, ¡la vida de la piedra acepta la fuerza de gravedad y como una piedra normal golpea tu cabeza!

Dones espirituales – Lanzar piedras p.450, 451

Citas de los libros de Jozef Rulof