El cuerpo del ser humano en el Cuarto Grado Cósmico de vida es de una sustancia diferente y es más perfecto y limpio, que el del ser humano en la tierra. El ser humano adquiere cada vez más conciencia divina y es la Fuerza sustentadora y motriz de todo lo que le rodea. Aquí el ser humano crea sus propios templos, construidos con plasma espiritual. La construcción técnica ya no existe. Aquí, también, ya no hay científicos; el ser humano mismo se ha convertido en ciencia. El ser humano se mueve, hacia donde quiere. También aquí sigue habiendo herramientas técnicas. Un día, la Tierra recibirá estas maravillas técnicas.
—Sí, porque lo que se posee en el cuarto grado es asombroso, es inabarcable, inimaginable para un ser terrenal. La vida de allí no puede compararse con la de la tierra, y el ser humano es de una sustancia milagrosa, un ángel en una vestidura material. Allí reina el amor, nada más que el amor, un estado de felicidad perfecta, allí se tiene sintonización espiritual. Es imposible de describir, se tiene que ver y sentir esta vida, se tiene que poder percibir al ser humano si se quiere poder comprender el conjunto. El ser humano poseerá entonces felicidad espiritual, aunque en un estado material.
El origen del universo – El segundo grado cósmico p.166
– Aquí ya no hay ciencias, ¡ya no hacen falta! ¡Porque el ser humano se ha hecho consciente, se ha hecho “ciencia”!
– Aquí el ser humano es “luz”, ¡ya no le hace falta la luz artificial!
La cosmología de Jozef Rulof 4 – El cuarto grado de vida cósmico para el ser humano p.241, 242
– Es imponente lo que la tierra recibirá en cuanto a milagros técnicos, pero ¿entienden que nos desplazamos y hacemos visibles donde queramos? ¿No es eso su televisión? Nos hablamos, sin importar dónde estemos y se encuentre la otra vida; ¿no tenemos que poseer esas leyes?
La cosmología de Jozef Rulof 4 – El cuarto grado de vida cósmico para el ser humano p.246
– Sabemos cómo surgieron las túnicas y sabemos, puesto que vivimos este ser uno, que el ser humano edifica su propio templo, como tienen las esferas de luz para el otro lado en cuanto a fuerza y conciencia, pero la posesión es del ser humano. Y es milagroso. Vemos templos imponentes, son edificios universales, pero la materia es como plasma espiritualmente densificado. Ya no se puede hablar para nada de edificación técnica, esa fuerza de pensamientos humana pertenece a la tierra y no a este mundo. El alma como ser humano es sin duda un templo y su conciencia es universalmente profunda y tiene sintonización con el espacio. Significa que la esfera en que vive el ser humano mantiene en pie estos templos, por medio de la imponente posesión de esta personalidad. Ya no se puede comprender en la tierra, pero las esferas del otro lado ya tienen esta sintonización y lo aceptamos.
La cosmología de Jozef Rulof 5 – El ser humano y su ciclo divino p.217
Citas de los libros de Jozef Rulof