Junto con el alma gemela, el alma evoluciona en conciencia, amor y poder Divino. A través de esto, nuestra alma se manifiesta como la Base Divina, que sostiene todo a su alrededor. La fase final de esta evolución cósmica es el Séptimo Grado Cósmico de Vida, que nuevamente transiciona a la fase del Omniestadio Divino.
Cristo y millones de otras personas, como almas, han hecho suya este Omniestadio. Joseph Rulof fue el primer ser humano terrenal, a quien junto con sus maestros de las Esferas de Luz, se le permitió presenciar estos Grados Cósmicos y el Omnigrado Divino con sus propios ojos. Ellos fueron comisionados para llevar esta maravillosa sabiduría a la gente de la Tierra. A través de los 27 libros de Joseph Rulof, esta ciencia cósmica más elevada está ahora disponible en términos simples para cada ser humano y ciencia en la Tierra.
– Anduvimos allí; pueden declarar loco a Jozef Rulof, pero estuvo allí con el maestro Alcar y conmigo. Anduvimos allí, tomados de la mano, en el cuarto grado cósmico. Hemos seguido a la gente, la hemos mirado a los ojos, hemos hablado con ellos.
Conferencias 1 – El mundo espiritual para el ser humano p.111
– Sí, yo he visto el ‘Omnigrado’ divino, y se me concedió vivirlo. También allí vemos siete grados de transición, antes de que hayamos adoptado ese ‘Omnigrado’ conscientemente en nuestra vida, y solo entonces los seres humanos nos hacemos dioses divinos. ¿Es entonces cuando el ser humano representa a Dios? No, Dios se ha materializado a sí mismo por medio de la vida, y entonces ¡ya no hay cuestión alguna de humanidad! Y ese es nuestro objetivo en última instancia; ¡allí seguiremos viviendo eternamente!
– Usted, como ser humano, señor, es el Omnigrado, o sea, como alma, materia y espíritu, y como la personalidad es usted igual que Dios, aunque sepamos que todavía somos humanos. Pero el Omnigrado está habitado. Allí está Cristo, y junto a Él hay millones de personas que han completado su ciclo espacial y alcanzado el Omniestadio.
Preguntas y respuestas 1 – Navegación 10 p.302
Cita:
Entonces planeamos, somos viento,
somos lluvia, somos luz.
Nos hemos convertido en fuerza servicial, material y espiritual.
Alimentamos las aguas, damos la luz al espacio,
porque mi luz es la luz para el sol.
Jozef Rulof
Conferencias 1 – El ser humano y su sintonización divina p.121
Citas de los libros de Jozef Rulof