Las flores representan cada etapa de la evolución humana y de la conciencia del alma. Tanto para los rasgos de personalidad como para los rasgos físicos. Por ejemplo, cada etapa del embarazo está representada por su propia flor. Todos los rasgos del carácter humano y los pensamientos están formados por flores. Millones de flores reflejan la vida emocional. Basta con mirar a la naturaleza para verse a uno mismo y a toda la vida interpretada en colores y formas. Cada grado de vida en el espacio y también los sistemas solares tienen sus propias flores de vida. A través de la naturaleza, el alma, como personalidad, llega a conocerse a sí misma y despierta a mundos aún más elevados para la materialización de su vida. Así, pasa al Quinto y Sexto grados de Vida Cósmica, alcanzando finalmente el Séptimo grado de Vida Cósmica y el Omnigrado Divino.
– Cada flor de aquí representa por tanto su propia vida, sus pensamientos, sus rasgos de carácter, por lo que millones de flores representan su vida aquí. ¡Viven por medio del ser humano! Si el ser humano se retirara, esta vida se disolvería. Si el ser humano se retirara, esta vida y luz se oscurecerían. ¿Lo ven?
Cada ley espacial como luz, vida, alma y espíritu, también para la paternidad y maternidad, lo ven en nuestra vida como una flor vital.
Y no solamente para el espacio, sino que cada una de las leyes vitales como una entidad adquirida parió una flor vital, por lo que poseemos millones de tipos de flores, de las que dominan las especies humanas como leyes vitales. ¿Entienden este milagro?
Quiere decir, por tanto, que cada ley vital está siendo representada por la madre naturaleza, para todos los estadios, para cada concienciación, y eso para el alma, la vida, el espíritu y la personalidad, para el espacio y el sistema solar. Esa sinfonía viva habla a sus vidas.
– Así que si nos retiráramos como seres humanos, este espacio se disolvería, porque llevamos dentro de nuestra vida la luz del espacio y la representamos. Y todo lo que vive nos sigue y sirve. Eso es servir, pero ¡hemos tenido que asimilar las leyes para esta existencia espacial!
Por tanto, cada ley vital ha creado y dado a luz una flor y fue posible únicamente porque toda esta vida ha nacido de nosotros. ¡Cuenten en la tierra que el ser humano representa a Dios! ¡Que el ser humano es Dios! La vida en este planeta los convencerá para eso.
– Verán ahora que cada flor ha de vivir y representar una era para el renacimiento. Significa, por tanto, que también su vida interior se ha espiritualizado y que finalmente ha adquirido forma, por lo que pueden vivir y seguir su propio nacimiento por medio de una criatura de la madre naturaleza. Según ven, cada flor es una ley vital, por lo que pueden aceptar que para nuestra conciencia se han densificado millones de leyes vitales, como criaturas de la madre naturaleza, como vidas de Dios.
En esto podrán vivir millones de años, solamente entonces se conocerán a sí mismos, pero ahora por medio de la vida de la madre naturaleza.
– Todo este espacio es el templo nuestro, en que vivimos, pensamos y sentimos, y representamos a Dios. Así que sus edificios ya no nos hacen falta, porque siempre somos abiertos y conscientes; ya no se puede hablar de blindaje.
La cosmología de Jozef Rulof 4 – El cuarto grado de vida cósmico para el ser humano p.243, 244, 245 (C4.8068.8077/C4.8081.8087/C4.8093.8096/C4.8100.8101)
Citas de los libros de Jozef Rulof