Lecciones

36.7 La Maternidad da a luz a la paternidad

 

Así pues, la Creación comenzó dando a luz al Omnimadre.
El Omnimadre da nacimiento a dos fuerzas Divinas básicas: Maternidad y Paternidad.
La fuerza básica Maternidad se concentra en una esfera, que más tarde llamamos Luna.
La fuerza básica Paternidad se concentra en una esfera, que más tarde llamamos Sol.
La Luna y el Sol representan la Maternidad y la Paternidad totales para la creación de toda la vida y de todo el universo.

– Ahora Dios se dividió, este es Dios, un ser luminoso. Esta inconmensurabilidad se ha llenado de pensar y sentir Omnimaternales, cristalizados por una túnica divina como luz, de la que enseguida tiene que nacer una nueva vida, y esta es el sol como la fuerza creadora.

Conferencias 1 – El ser humano y su Dios p.57 (L1.1018.1019)

– Al inicio de la creación, el sol y la luna fueron los primeros en poder densificarse, y la maternidad siguió aceptando ese plasma calentado, pero así la vida se densificó en estado embrionario. El sol como la autoridad paterna emitió esa fuerza, y la madre como primer grado de vida cósmico absorbió ese empuje benéfico.

La cosmología de Jozef Rulof 1 – Las leyes divinas de amor para el universo p.199 (C1.6173.6174)

– La vida en este espacio”, dice el maestro Alcar, “se ha iniciado, ha comenzado. El espacio es ahora alumbramiento y creación. El espacio es luz, vida y amor. De manera infalible, armoniosa, justa, el Dios de todo lo que vive, la Omnimadre, se ha dividido, y vino y se reveló desde las tinieblas a la luz, y de nuevo hacia nuevas evoluciones. Para millones de estadios y grados de vida, la vida ha comenzado. Nada”, dice el maestro Alcar, “puede detener este acontecimiento divino. La creación de Dios terminará infaliblemente en manos humanas, más adelante la viviremos y veremos.

Conferencias 3 – Dios como padre y Dios como madre para el ser humano p.118 (L3.2992.2998)

– Es la Omnifuente, acéptenlo —antes de que empezaran las creaciones—, la que emitió la primera aura vital. Fue un plasma sencillo, un aura a la que se le llama “protoplasma”. Luego se convirtieron en nebulosas y después, tras siglos, en nubes, en masa densificada, que fue cambiando, y finalmente, después de tantos millones de siglos, de eras, aceptó una túnica divina; y esta se convirtió en la luz, la luz divina. Aprendemos ahora que Dios es una personalidad como luz.
En ese espacio, en esa inconmensurabilidad no había nada. Esa aura pudo densificarse y materializarse, aunque esto sea todavía sustancia divina, se generó, nació de la fuente primigenia y esa fuente primigenia puede pensar y sentir. Un pensar y sentir divinos animaban esa figura visible, para el espacio es la Omnimadre.

Conferencias 1 – El ser humano y su Dios p.55, 56 (L1.976.982)

Citas de los libros de Jozef Rulof