A través de la evolución, la humanidad debe despertar.
Antes de esto, Dios creó el universo para el ser humano, creó las estrellas y los planetas, creó los animales y las plantas, pero creó al ser humano a Su imagen.
Dios quería que el ser humano llegara un día a ser consciente de Dios.
A través de la evolución, el ser humano desarrollará un día el pensamiento y el sentimiento Divinos.
– Es obligatorio que despierte la humanidad, porque para eso vino Cristo a la madre tierra. La ciencia evolucionará y más adelante aceptará todas estas leyes, por lo que el erudito recibirá conciencia cósmica.
– Entonces la iglesia podrá inclinar la propia cabeza, y un cardenal de esos habrá de escucharnos, y también tendrá que aceptar las leyes. Entonces podrá comenzar con la paternidad y la maternidad.
– A los seres humanos nos tocó vivir el pensar y sentir divinos, lo que por tanto nos hace capaces de seguirlo a Él para absolutamente todos Sus grados. Las revelaciones universales hicieron que los fenómenos adquirieran nueva vida y concienciación.
La cosmología de Jozef Rulof 1 – Los grados de vida conscientes e inconscientes en el universe p.174, 175 (C1.5549.5553/C1.5565.5566)
– Ahora el ser humano como ser divino había alcanzado su final, había regresado en lo divino, había ocupado conscientemente el universo y era como Dios. Desde este momento se había realizado la creación de Dios, Su vida sagrada había vuelto a lo divino.
El origen del universo – El ser humano como el creador de la luz p.265 (OR.7000.7001)
– Es decir que Dios creó el universo para el ser humano, creó estrellas y planetas, pero creó al ser humano a su viva imagen. Dios quiso que el ser humano tomara conciencia y dio esta conciencia divina que algún día todos nosotros poseeremos al ser en un estado humano.
– Este ha sido el propósito de la creación entera. Dios se dio a sí mismo. Dios dio estos dones divinos al ser humano, el ser más elevado. Dios realizó algo en que Él mismo vivía. Ahora es cosa del ser humano encargarse de estar en armonía.
El origen del universo – Hacia el primer grado cósmico p.91, 92 (OR.2287.2288/OR.2295.2299)
Citas de los libros de Jozef Rulof