Lecciones

38.1 En esencia, sólo eres alma

 

Durante su vida en la Tierra, el alma tiene un cuerpo material y otro espiritual. En la Tierra, el cuerpo espiritual es el intermediario entre el alma y el cuerpo material. El alma controla el cuerpo material a través del cuerpo espiritual. Al morir, el alma sale del cuerpo material con su cuerpo espiritual. En la Otra vida, el alma sigue necesitando su cuerpo espiritual para tener experiencias, comunicarse con los demás y manifestarse en el plano espiritual de la existencia. El alma en sí misma no tiene forma concreta; es más delgada que el cuerpo espiritual.
También podemos hablar de tres niveles de condensación. El alma es el más delgado, el menos condensado. En el nivel espiritual, el alma se condensa en el cuerpo espiritual, que está más condensado y tiene más forma. También puede abandonar temporalmente el cuerpo material con su cuerpo espiritual durante la vida terrenal, durante una experiencia extracorporal. Nuestra esencia más profunda se denomina alma

– Soy alma. El alma vive en la profundidad de mi vida, eso es la chispa, es la deidad dentro de mí. Pero también soy espíritu y me he desarrollado humana, materialmente.

Conferencias 3  p.90   (L3.2230.2232)

– Sí, el organismo envuelve aquí el espíritu y el alma, pero lo hace para el mundo astral, y ¡este mundo es, por tanto, nuestra vida espiritual!

Preguntas y respuestas 1  p.163  (Q1.4284.4284)

– Dios creó esta asombrosa vestidura material para el alma, y el espíritu, que es la personificación del alma como ser humano, pone en movimiento el organismo con el que está conectado por medio de miles de vínculos. El cuerpo es un templo para el alma, en el que esta tiene que vivir durante la existencia material.

Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado  p.202  (ME.7160.7161)

– La esencia divina, señora, la es usted por entero, vive en sus pies, incluso en parte de su juanete, en los pelillos grises, en los músculos del cuello, la sangre, su vida. Aquello que la mantiene en vida aquí en la tierra es la esencia divina. Y ahora detrás del ataúd, señora, ¿qué es lo que hay allí? Así que el espíritu como ser humano es el envoltorio de esa vida detrás del ataúd, como ser humano, y tiene ojos, dientecitos, una nariz y manitas y piernas y pies. Pero la vida divina, a su vez, que vive en todo, es el alma como la chispa divina con sintonización para los sentimientos humanos como hombre y mujer. Los sentimientos son, pues, el sentimiento y pensamiento personal para darnos forma por medio de la palabra.

Preguntas y respuestas 3  p.391  (Q3.13016.13021)

Citas de los libros de Jozef Rulof