Nuestra alma es eterna, nuestro cuerpo es temporal. Nuestro cuerpo material sirve a nuestra alma sólo durante esta vida terrenal. El alma es la vida que impulsa el cuerpo material. Para reencarnar, el alma va primero al mundo de lo Inconsciente.
Desde este mundo, el alma puede conectar con el óvulo fecundado de la madre. El alma es la vida que anima esta célula y la impulsa a crecer.
Durante toda nuestra vida, el alma alimenta nuestro cuerpo con fuerza vital hasta que su tarea vital se completa. Cuando se cumple el plan de vida, la energía vital disminuye y uno se siente cansado. El cuerpo debilitado es entonces muy susceptible a las enfermedades, que lo debilitan y lo detienen. Lo que en la tierra se llama «morir» es el alma abandonando el cuerpo. Cuando como alma hemos retirado todos nuestros sentimientos, continuamos nuestra vida infinita, enriquecida por las experiencias en este cuerpo.
– O sea, lo que se ha quedado dormido allí en el mundo de lo inconsciente despertará cuando la vida vuelva a nacer y es esa animación para la realización del organismo material.
El origen del universo p.128 (OR.3272)
– Es el mundo de conexión en el que vive el ser humano, el alma, que regresará a la tierra. O sea que desde aquí regresa el alma al cuerpo material y es “la vida” lo que anima a la materia. Eso es lo que es nacer en la tierra.
El ciclo del alma p.163 (CY.5441.5443)
– La mayoría de la gente aquí en la tierra piensa de verdad que viven materialmente, pero ustedes solamente se desprenden del cuerpo, y pronto entrarán en el mundo para su alma, el mundo para su espíritu, y serán una personalidad astral.
Conferencias 1 p.23 (L1.60)
– Jozef dice: “Ya lo dice usted mismo, señor Brandt: Dios de hecho es espíritu, y los seres humanos también hemos recibido ese espíritu de Dios, pero es nuestro envoltorio para el alma en el otro lado. De modo que allí el ‘espíritu’ blinda al alma, y es el espíritu de Dios, la vida astral espiritual para el ser humano. Tenemos tres cuerpos, en realidad dos, uno para aquí y uno para allí. Aquí vivimos en la materia y allí en el mundo espiritual, cuyo organismo espiritual blinda el alma, porque ¡el ‘alma’ para toda la vida de Dios es el núcleo divino en nuestro propio interior!
Preguntas y respuestas 1 p.329 (Q1.9135.9142)
Citas de los libros de Jozef Rulof