El cuerpo espiritual que sale al morir suele parecerse al cuerpo terrenal, con el que estuvo íntimamente ligado durante la vida terrenal.
La belleza exterior y la edad del cuerpo espiritual reflejan el nivel interior de amor del alma. Cuanto más desinteresado es el amor, más joven parece el cuerpo espiritual. La túnica espiritual también refleja la vida interior del portador.
Cuando un espíritu de las Esferas de Luz va a la Tierra a recoger a un ser querido, puede concentrarse en su propia vida terrenal y dejar que su cuerpo espiritual adopte la última edad que tenía cuando su ser querido le conoció. Esto le permite ser reconocido por su amado. Por la misma razón, el alma puede hacer que su cuerpo espiritual vista aquellas ropas que su amado en la tierra recuerda.
– Nuestra vida interior determina la forma de nuestro cuerpo, hijo mío. Cuanto más amor poseamos, más joven y hermosa se nos hace la figura.
Hacia la vida eterna a través de la Línea Grebbe p.94 (GR.2362.2363)
– De modo que cuanto más asciende el ser humano, tanto más bello será también el cuerpo espiritual, incluso más etéreo, como el interior.
Una mirada en el más allá p.549 (VI.17816.17816)
– Fue la vida de su alma la que la hiló, tejiendo los hilos hasta formar este patrón, y fueron sus cualidades los que la colorearon. De esta forma, pues, es como la vida interior del portador queda fijada en la túnica espiritual.
Hacia la vida eterna a través de la Línea Grebbe p.112 (GR.2950.2951)
– Un espíritu de la luz que haya dejado la tierra a edad avanzada tiene que concentrarse en la vida que vivió en la tierra si quiere que lo reconozcan, y entonces lo verán de edad avanzada. Aun así es joven y bello en el espíritu. Como ves, también esto nos es posible. ¡Todo es concentración y fuerte voluntad! Si mi cuerpo empieza a cambiar, ¿por qué no sufriría un cambio entonces mi ropa? Mi aspecto adopta todo lo que quiero interiormente, incluso el sonido de mi voz cambiará de timbre.
Una mirada en el más allá p.559 (VI.18166.18171)
– Aquí, el espíritu adopta la apariencia de su ser interior, y un ser humano que deja la tierra a los ochenta años y vivió mal allí, se verá aún mayor del otro lado de la tumba. Aquí, la apariencia es el espejo del alma y tendrá el aspecto de acuerdo a su fuerza interior. De ese modo, el que se ha olvidado completamente de sí mismo en la tierra se verá aquí más viejo.
– Ese ser humano no aprovechó la vida terrenal para gran cosa, y espiritualmente estaba completamente desviado.
Una mirada en el más allá p.57 (VI.1090.1096)
Citas de los libros de Jozef Rulof