Lecciones

39.4 Al pensar profundamente, sondeamos nuestro subconsciente y así llegamos a conocer nuestro verdadero yo

 

La conciencia diurna es la parte activa de nuestro subconsciente y a través de ella somos conscientes de lo que sentimos. Con esta conciencia diurna, experimentamos nuestros propios sentimientos y también los de los demás. A continuación, sondeamos nuestro subconsciente con la conciencia diurna y exploramos si reconocemos esos sentimientos y qué imagen los acompaña. El subconsciente es una enorme base de datos en la que se almacenan los sentimientos de toda la vida. La conciencia diurna flota en el subconsciente, por así decirlo. Si eres consciente de ello y te preguntas constantemente: por qué pienso lo que pienso y por qué hago lo que hago, llegarás a conocer cada vez mejor a tu verdadero yo.

– Pero el yo de la conciencia diurna es para experimentar, el inconsciente sirve de granero y puede ser celestial, pues en él has guardado las leyes de muchas vidas. ¡También la pena y el dolor!

Dones espirituales p.364  (SP.9825.9826)

– Todavía pueden vivir ustedes cosas con el pasado, de Francia, Italia, África, incluso ahora mismo mientras están en Ámsterdam, o donde sea. Ven algo y dicen: “Vaya, eso lo conozco”, y entonces ese pueblo africano, norteamericano, inglés, el pueblo donde estuvieran, en ese instante estará consciente en equis grados, en un porcentaje equis, y formará parte de su conciencia diurna. Su conciencia diurna la representan millones de vidas. No es extraño para nada tener un don por los idiomas o que se dediquen al arte; ese hombre tiene esto y el otro tiene aquello. Alguien que vino es capaz de esto. Mozart se fue para allá, al piano, otro niño sabe de carpintería, y el otro sabe hacer pan.

Preguntas y respuestas 5 p.210  (Q5.6557.6562)

— Porque la criatura que nace solo vive el nuevo nacimiento. Pero esas vidas anteriores forman parte entonces del subconsciente.
– Puede usted pensar… puede hacerlo por dentro, pero le cruzará los labios y entonces ese pensamiento se materializará, y eso es lo que le permitirá conocerse. Sabe usted lo que desea. Pero el ser humano puede llegar a conocerse por todos esos sentimientos, por esos miles de pensamientos. Eso lo quiso Sócrates.
Mire, usted pregunta por ello, y el mundo, la sociedad todavía no es consciente para esos sistemas. Pero acepte esto: en la tierra hay millones de personas que aceptan la reencarnación y que han llegado a verla demostrada. Eso no se da tanto aquí en Occidente, pero en Oriente los niños de cuatro, cinco años ya son conscientes para los templos y dicen: “Yo soy el maestro allí y allí, volveré”. Los maestros han dicho de antemano: “Ahora voy, pero en cuarenta y tres años y equis días habré vuelto, y mi nacimiento tendrá lugar allí”. Y esas pruebas se han recibido.
– Pero sus vidas, sus actos, sus pensamientos, sus formas de actuar, eso todavía lo tiene en su conciencia diurna, es lo que es por el pasado. Porque eso no puede ser de otra manera.
En fin, ese subconsciente tampoco es que sea tan profundo como para no poder contemplar sus fenómenos en la conciencia diurna.

Preguntas y respuestas 5 p.214, 215  (Q5.6633.6634), (Q5.6647.6655), (Q5.6671.6673)

 

Citas de los libros de Jozef Rulof