Lecciones

39.5 Los pensamientos son sentimientos, transformados en palabras

 

Primero sentimos algo y luego materializamos nuestros sentimientos en palabras y pensamientos. Esto funciona de la siguiente manera: La base de nuestros sentimientos es nuestro centro nervioso, el plexo solar a la altura del estómago. Desde aquí, nuestros sentimientos van a nuestro sistema nervioso y es aquí donde nuestros sentimientos reciben expansión. El sistema nervioso nos permite así formar pensamientos materializados. La corriente de sentimientos que fluye hacia nuestro sistema nervioso desde nuestro centro nervioso tiene un cierto poder, dependiendo de la fuerza y la ferocidad de nuestros sentimientos. El sistema nervioso transmite esta fuerza, pero no puede regularla. Si esta fuerza de los sentimientos no estuviera regulada en alguna parte del cuerpo, esta fuerza podría dañar órganos y tejidos. La regulación de esta fuerza del sentimiento la realiza el cerebro. Aquí es donde se capturan y neutralizan las fuerzas de sensación que fluyen a través del sistema nervioso. El cerebro ofrece suficiente resistencia a esa fuerza de sensación, y también se asegura de que se deja pasar la fuerza adecuada para, por ejemplo, hablar de forma matizada y controlada. A continuación, el cerebro transmite la fuerza regulada adecuada a las cuerdas vocales, de modo que los sonidos producidos se delineen correctamente como palabras separadas con la entonación adecuada. También podemos ampliar nuestros sentimientos pensando.

Vea también: https://rulof.es/Del-sentimiento-al-pensamiento.html

– El maestro Zelanus lo dijo el martes por la noche: “Señoras y señores, carece de importancia, porque el cerebro acoge los sentimientos —y así es, todo eso lo he podido ver por esos desdoblamientos—, el cerebro acoge el sentimiento y lo reenvía, o de lo contrario nosotros estallaríamos como sentimiento… Cuando empezamos a pensar, es tremendamente fuerte. Cuando tocas algo determinado con los pensamientos, señor, este edificio entero se desploma. Solo por pensar. Igual que la vibración de un sonido, ingeniero, ¿verdad?, y tocas el sonido fundamental, entonces se derrumba un castillo.
¿Y qué es entonces el pensamiento, un sonidito de esos, aunque ahora el pensamiento del ser humano? Sin embargo, no lo saben, dicen: “Es por el cerebro”. Pero este acoge los sentimientos, los reenvía, los fragmenta, los envía a la izquierda, detiene la presión, allí están los nervios —deberían observar ustedes lo que pasa allá cuando se pierde el equilibrio, porque todos esos nervios los conocemos— y entonces eso continúa, vuelve, por encima de la espalda, al estómago, y así vuelve; es como se produce, aquí en el paladar, el sonido, el timbre. Y si uno es entonces cantante, señor, podemos decirle inmediatamente si canta usted a partir de su garganta, con su sentimiento o por medio de su cerebro.

Preguntas y respuestas 4 p.132  (Q4.4144.4152)

– Ya te hablé alguna vez de nuestro centro vital o plexo solar. Pues nuestro centro vital está directamente conectado con el sistema nervioso. Cuando los seres humanos en la tierra pensamos y sentimos, el sistema nervioso procesa nuestras vivencias, y estas impresiones llegan a su destino, en este caso al cerebro.

Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado p.226, 227  (ME.7991.7993)

– En la tierra, el ser humano es alma, espíritu y materia. El alma es el núcleo divino. Así que absolutamente cada pensamiento —lo verán, basta con que lean ‘Una mirada en el más allá’, continúen ustedes mismos, reténganlo, por favor—, cada pensamiento que los pone en armonía con las leyes de densificación divinas —un pensamiento se densifica y se amplía; cuanto más etéreo, cuanto más amoroso se vuelva un pensamiento— es el espacio para un sentimiento, es un sentimiento como rasgo de carácter. Así que cada pensamiento llega a tener conciencia de las esferas.

Conferencias 1 p.337  (L1.9789.9792)

 

Citas de los libros de Jozef Rulof