Lecciones

40.4 Nuestro sueño tiene cuatro grados para llegar al sueño profundo

 

 Los tres primeros grados del sueño sirven de pre-sueño. El sentimiento se retira entonces del cuerpo material y pasa a la mente. La vida espiritual aún no se ha liberado del cuerpo material y el sistema nervioso sigue respondiendo a los estímulos internos y externos. Esta es la conciencia a medio despertar.
El verdadero sueño profundo requiere la transición al cuarto grado. Sólo aquí puede la conciencia de sentimiento ser retirada del cuerpo material. El sentimiento pasa entonces al cuerpo espiritual. En el quinto grado se produce la separación entre el cuerpo espiritual y el cuerpo material. El sentimiento ha pasado por completo al espíritu, lo que permite la salida consciente.
El sexto grado del sueño es la concentración mental elevada, que sólo puede alcanzarse mediante el estudio prolongado. Pocos en la Tierra poseen este nivel. La persona que posee estos poderes puede forzar la sustancia según su voluntad y concentración.
El séptimo grado del sueño es la muerte aparente. Es cuando las auras vitales se disuelven en el espíritu. El ser humano normal sólo podrá alcanzar los cuatro primeros grados del sueño.

Citas de los libros de Jozef Rulof
– En un sueño residen, como acabo de decir, siete grados. El primer, segundo y tercer grado son el estado de descanso humano, en estos el ser humano extrae la conciencia de los sentimientos a la materia, y en los que por tanto los sentimientos hacen la transición al espíritu. Entonces, la concentración hace la transición al espíritu: eso es la sintonización semidespierta. Este sueño no es profundo, sino proporcional al estado del cuerpo material. Cuando el cuerpo material no goza de salud normal, el ser humano se despierta pronto de un sobresalto, porque en el sueño lo perturban enfermedades de los nervios y otros órganos.

– En el cuarto grado de sueño, el espíritu se sustrae a la materia y el cuerpo material queda liberado de todos los factores perturbadores. Los que se encuentran en esta sintonización dormirán tranquilamente y no despertarán pronto de golpe, porque se ha rebasado la conciencia semidespierta.

– El quinto (grado) es esa sintonización en la que se efectúa la separación entre espíritu y cuerpo material, y en el que los sentimientos hacen la transición al espíritu, lo que hace posible el desdoblamiento. Solo entonces el cuerpo espiritual puede alejarse de la materia y puede ir hacia donde quiera. Es cuando el cuerpo espiritual rebasa la conciencia semidespierta y el espíritu entra a lo conscientemente espiritual.

– Solo pocos en la tierra poseen el sexto grado. Es un poder de concentración espiritual elevado que se puede alcanzar a través de estudios prolongados. El ser humano que posea estas fuerzas y que pueda forzar la materia según su voluntad y concentración puede dormir más en una hora que los demás en el tiempo normal, que se calcula en ocho horas.

– El séptimo grado de sueño es la muerte aparente. Entonces las auras vitales se disuelven en el espíritu. Esto se puede percibir claramente en el cuerpo material. Hay quienes lo han logrado por concentración y fuerte voluntad. Un ejemplo de ello son los faquires.

Una mirada en el más allá p.408,409  (VI.12953.12988)