Todo ser humano tiene un cuerpo material y un cuerpo espiritual con alma, vida y sentimientos. A través de nuestra vida de sentimientos, nuestra alma también está conectada con nuestro subconsciente, en el que se almacenan toda la información y los sentimientos de todas las vidas.
Entre el cuarto y el quinto grado de sueño, es posible la experiencia extracorpórea. En una experiencia fuera del cuerpo, la persona abandona su cuerpo y continúa como espíritu, alma y conciencia. Los médiums desarrollados pueden salir conscientemente con la ayuda de su guía espiritual.
La narcosis puede compararse con un sueño profundo, en el que se desconecta aproximadamente el 75% de la energía sensorial. En esta fase, el cirujano puede operar mientras el ser humano no nota nada. Durante la anestesia, una persona puede experimentar una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM). Véase también la lección 21.
En una ECM, el cuerpo espiritual que ha salido del cuerpo físico sigue conectado a este mediante el llamado cordón fluido. Se trata de una especie de cordón energético que conecta el cuerpo material con la vida emocional y el cuerpo espiritual. En algún momento, la mente vuelve al cuerpo y la persona puede recordar la experiencia extracorpórea una vez que ha pasado el efecto de la anestesia.
Citas de los libros de Jozef Rulof
– Entre el cuarto y quinto sueño entras a nuestra vida, en esto se encuentra una apertura para el alma como médium cuando se vive el desdoblamiento consciente. El gran alado entra ahora suavemente al mundo astral y entonces los dones psíquicos pueden ser vividos para ti como ser humano en la tierra, consciente e inconscientemente.
Ahora bien, si quieres dibujar y escribir conscientemente, tu propia vida de los pensamientos tiene que ser desconectada hasta aquí, solo entonces la escritura recibida será espiritual y libre de todo pensamiento propio.
Dones espirituales p.364 (SP.9837.9839)
– Incluso bajo anestesia sigues sintiendo, aunque tu personalidad no tenga conciencia de ello. Pero esto significa que hacen falta estas fuerzas para mantener tu cuerpo en la vida, o te quedarías en el quirófano. La enfermera te da tanta anestesia que no puedes quedarte dormido pero sin embargo estás insensible al dolor. Te encuentras ahora entre la vida y la muerte, pero tu sintonización es mitad material, mitad espiritual, y también ha quedado desconectada. Desde tu yo diurno consciente has descendido a otra posibilidad existencial, la del espíritu. El hundimiento de tu personalidad o de los sentimientos y pensamientos conscientes es el alejamiento de tu yo consciente de lo cotidiano, del ahora. Esta fuerza que ha quedado regula la circulación sanguínea, hace que lata el corazón y te mantiene con vida. Sin embargo, este porcentaje de tu propia personalidad sigue la operación, por lo menos en las personas susceptibles, las personas sensibles; el ser humano basto material se duerme por completo y no siente nada de la operación. A veces, los sensibles gimen bajo el bisturí, y es cuando reacciona ese veinticinco por ciento de fuerza de los sentimientos.
Dones espirituales p.91,92 (SP.1858.1866)
– Es decir que la anestesia desactiva el setenta y cinco por ciento de tu conciencia, y ahora estás dividido por la anestesia.
Dones espirituales p.92 (SP.1872)