Los sueños y las visiones son una forma en que el difunto puede ponerse en contacto con un ser querido en la Tierra. Si aún no ha llegado el momento, el espíritu en las esferas puede indicar que aún está vivo, pero que aún no es el momento adecuado para un encuentro.
Esto le da al soñador la esperanza de que un difunto está vivo y que algún día volverá a ver a su ser querido.
Al experimentar la naturaleza y anhelar lo superior, puedes acercarte al mundo espiritual. Los sueños sobre la felicidad y el más allá son señales de que el espíritu ha estado contigo. Al morir, el espíritu te espera y permaneces conectado para siempre. Es importante seguir tu camino y creer en esta realidad espiritual, aunque sea difícil de entender. En tu interior se encuentra el recuerdo de esta conexión y la existencia de una vida después de la muerte.
Citas de los libros de Jozef Rulof:
– Tengo aquí otra pregunta suya: ‘Soñé que atravesaba un largo túnel, y cuando lo hube atravesado me encontré ante una verja y no pude seguir. Detrás de la verja vi a mi hermana, que hizo la transición. Pregunté: ¿Puedo entrar adonde estás tú? Me contestó que no, y me asusté. ¿Qué puede ser esto?’”.
Jozef le responde:
“Significa que todavía no es su hora; de modo que ella la reenvió a la tierra, y ¡eso es todo! Pero ahora ya sabe que sigue viviendo, y eso es muy hermoso, al menos vivirlo usted misma. Es posible por medio de visiones y sueños. Pero esas sueños los ha imprimido el otro lado sobre la vida de usted. Su hermana solo le quería hacer saber que estaba viva, y eso es todo, no le hace falta nada más a usted, y más adelante la volverá a ver. ¡No es usted la única persona que ha tenido un sueño así!”.
Preguntas y respuestas 1 p. (Q1.8136.8146)
– Cuando busca refugio en la naturaleza y acaricia las plantas y los árboles y toda la demás vegetación, entonces estoy con usted. Cuando empieza a desear, entonces me siente. Cuando le entran elevados y hermosos pensamientos y panorámicas: son míos. Cuando sueña hermosos sueños de felicidad y reencuentros, de una vida después de esta vida, entonces hemos estado juntos y se despierta por las mañanas con una felicidad queda e inmaculada. Vea, Marianne, conserve eso en su interior y siga viviendo en ello. Cuando eleve la mirada al universo me verá, porque allí vivo. Desde allí voy a usted y coloco flores de las esferas en sus caminos. Alguna vez le compensaré todo. Sepa que la espero de este lado y que me reconocerá. Cuando le salga el último suspiro del fatigado cuerpo, estaré con usted. Entonces seremos uno, uno para la eternidad. Así que luche y siga su camino que ve ante usted. Todo esto quizá no lo aceptará ni lo podrá aceptar, y tampoco se lo pido, pero aun así, muy dentro de usted, allí está el pasado
El ciclo del alma p. (CY.10653.10665)