Lecciones

41.8 Los recuerdos de las salidas inconscientes durante el sueño se encuentran en nuestro subconsciente

 

No todos los sueños son fantasías; pueden ser una señal de que el alma realmente ha estado en las esferas. Cuando alguien piensa por la mañana en un ser querido fallecido, eso alivia su dolor y también puede indicar una experiencia espiritual.
Lo que el alma experimenta en el más allá lo lleva consigo cuando regresa a la Tierra, a menudo sin que uno sea consciente de ello. A las personas les cuesta imaginar que hayan tenido tales experiencias durante el sueño. A menudo parece demasiado bonito para ser verdad. Sin embargo, al concentrarse en los pensamientos que le ocupan por la mañana, a veces puede recordar de repente uno de esos encuentros. La información sobre una visita a las esferas se almacena en su subconsciente.
Al final, estos recuerdos pueden aliviar el dolor y traer una sensación de felicidad.

 

Citas de los libros de Jozef Rulof:

– Pero no todos los sueños son fantasías, como puedes ver.
Cuando el ser humano sabe esto y por la mañana está repleto de pensamientos de aquellos que ha perdido, su profundo dolor se aliviará sensiblemente y puede estar seguro de que por la noche estuvo en las esferas. El dolor de su alma se convertirá entonces en un silencioso deseo.
Lo que su espíritu haya vivido de manera consciente en el más allá, siempre lo llevará consigo después de su regreso a la tierra, y entonces quedará libre de mucho sufrimiento por la felicidad sobreterrenal que se le haya regalado, aunque, en la mayoría de los casos, no sea consciente de ello. Por eso, no aceptará fácilmente esta sagrada verdad. Para el ser humano material es difícil imaginarse situaciones espirituales. ¿Entiendes lo que quiero decir, André? Si concentrara sus pensamientos en las cosas que lo ocupan por la mañana, y que por lo tanto lo penetran conscientemente, que ascienden desde el acervo de su subconsciente, entonces recordará muchas cosas y tomará conciencia del subconsciente. Entonces se volverá más sensitivo y empezará a vivir de otra manera que el ser humano de materia basta. Entonces avanzará espiritualmente.

Una mirada en el más allá p.218  (VI.5987.5996)

– ¿Quién podría creerle? Nadie, pues esto era demasiado imponente, demasiado increíble para seres humanos terrenales. Sin embargo estaba viviendo todo esto, se había desdoblado y había abandonado su vestidura material. Vio más personas terrenales que estaban aquí, pero ellas más adelante ya no tendrían conciencia de haber estado en este lugar. Sin embargo habían oído, según decían, música hermosa en sus sueños, y por más extraño que fuera, habían hablado con sus padres que desde hacía mucho habían hecho la transición. No obstante, esta era la realidad, y algún día lo verán. Cuando entren aquí y se queden aquí para siempre y eternamente, verán que han estado aquí más de una vez. Reconoció claramente los que aún vivían en la tierra. Su felicidad era grande. ¡Mira lo radiantes que estaban! Tampoco de eso el ser humano recordaba nada al despertar por la mañana.
No, esa vida terrenal lo rechazaba todo, en ella todo se disolvía y se difuminaba esta imagen. Era magnífico verlos así. Había padres y madres juntos, una madre que visitaba a su criatura.
Y también esto era una gracia, una gracia grandísima. Entonces podían enfrentarse nuevamente a la vida, y por la mañana esa profunda tristeza había menguado.

El origen del universe p.516  (OR.14942.14957)