El alma humana es una chispa Divina,
que debe evolucionar para volver un día a su fuente, a Omnigrado Divino.
Este proceso evolutivo nunca puede tener lugar en una sola vida, y por eso la Ley Cósmica de la Reencarnación asegura que constantemente se nos den nuevas vidas y nuevas oportunidades para crecer.
Para saber más sobre esta maravillosa sabiduría:
Lea Sabiduría 9.1 – 9.6
¡Y maravíllate!