Lecciones

9.6 Cada alma tiene libre albedrío y sigue su propio camino hacia la iluminación

 

Nosotros, los humanos, nacemos como una chispa de Vida Divina de la Omnifuente y tenemos que dominar todos los grados de AMOR para que finalmente alcancemos el Omnigrado Divino.
El universo fue creado con este propósito por las fuerzas Divinas, para el ser humano.
El ser humano, como chispa Divina debe desarrollarse haciendo suyo el universo visible e invisible.

-Esto sólo puede hacerse a través de la evolución, tanto a nivel material, como a nivel espiritual.
Las leyes Cósmicas de Paternidad y Maternidad, Reencarnación, Karma, y Causa y Efecto guían este proceso evolutivo.

-Las leyes del Karma, y de Causa y Efecto garantizan que cada alma pueda enmendar sus errores.

-Las leyes divinas son justas, la condenación eterna no existe.

-Hay un total de siete Grados Cósmicos.
La Luna es el primer Grado Cósmico. El planeta Marte es el núcleo del segundo Grado Cósmico. La Tierra, en la que vivimos hoy, es el núcleo del tercer Grado Cósmico.

-Después de la Tierra y las Esferas Celestes, el alma humana avanza hasta el cuarto Grado Cósmico.

La Sociedad de la Sabiduría Celestial