Sabiduría Espiritual Celestial
Lecciones
- 1. Todo lo que te envuelve ha nacido de la Omnifuente Divina del Amor
- 2. La muerte no existe, sólo la evolución
- 3. El ciclo Divino del ser humano
- 4. Las Leyes Cósmicas de la Paternidad y la Maternidad dirigen la evolución del Ser Humano y del Universo
- 5. La Sagrada Paternidad y Maternidad en los Vedas
- 6. La Maternidad de la humanidad es Cósmicamente Sagrada
- 7. El conmovedor “milagro” del embarazo
- 8. ¿Por qué un niño se parece a su padre o a su madre?
- 9. A través de la reencarnación en nuevas vidas, el Alma puede evolucionar
- 10. Las leyes cósmicas de la reencarnación, del karma y de causa y efecto
- 11. ¿Con quién, dónde y cómo nos reencarnamos?
- 12. Talento, carácter, sentimientos, fobias y miedos
- 13. Homosexuales, lesbianas y Hermafroditismo
- 14. ¡El agua es vida consciente y puede comunicarse con los humanos!
- 15. La Creación del Universo y el milagro de la expansión del Cosmos
- 16. La Creación y la Evolución del Ser Humano
- 17. ¡Una vez vivieron personas primitivas en Marte!
- 18. Nacimiento y evolución de la vida animal
- 19. Animal y naturaleza en las Esferas de Luz
- 20. Almas gemelas en perspectiva cósmica
- 21. Experiencia Cercana a la Muerte (ECM)
- 22. La salida de Jozef Rulof
- 23. AMOR es la Esencia Divina de todo
- 24. De la Omnifuente de AMOR nació la creación
- 25. Citas de Jozef Rulof: EL AMOR es la Esencia de todo
- 26. Los mundos espirituales después de la muerte
- 27. Las primeras tres Esferas de Luz todavía tienen influencias terrenales
- 50. Los libros de Jozef Rulof
- Sin categorizar
11.0 ¿Con quién, dónde y cómo nos reencarnamos?
Hemos tratado con miles de personas en todas nuestras vidas pasadas.
También hemos vivido en muchos pueblos de la Tierra y hablado muchas lenguas.
Toda esta información está almacenada en nuestro subconsciente.
Cuando encarnamos en la Tierra, siempre acabamos con personas con las que hemos tratado en vidas anteriores.
Si quieres saber más sobre esta maravillosa sabiduría:
Lea Sabiduría 11.1 – 11.6
¡Y maravíllate!