De esta manera, miles de millones de células humanas nacieron en el primer planeta, la Madre Luna, que se dividieron una y otra vez y atrajeron almas que esperaban la reencarnación. Solo después de siete vidas, las primeras almas eran madres o padres. Luego, esto cambia después de siete vidas, para que el alma experimente ambas fuerzas básicas: maternidad y paternidad. Los pares de células que se formaron en la Madre Luna son almas gemelas. A través de la paternidad, la maternidad y la reencarnación, las células pasan por siete grados materiales o siete niveles de desarrollo en millones de vidas: de célula a pez a una criatura similar a una león marino que sale del agua y muere. Este desarrollo en siete grados de vida lo vemos en cada planeta, tanto para el ser humano como para los animales y la naturaleza.
-Eso, pues, son esos estados gemelos. ¿Podría decirse “almas gemelas”? Sí, almas surgidas a partir de una sola fuente, de una sola célula.
Preguntas y respuestas 3 – Noche del jueves 10 de abril de 1952 p.135
-Porque esto era la célula como ser humano, con una colita igual que cuando vemos un pececito. Y esa cabeza, esa cabecita, ese cuerpito lo poseía todo: materia, alma, espíritu, sentimiento.
Conferencias 2 – Por qué el ser humano nació en la vida embrionaria; por qué el ser humano surgió en las aguas p.41
-Y entonces el ser humano como pez había vivido la luna —allí no había gente—, fuimos arrastrándonos fuera de las aguas, pero esa precisamente era la frontera y el punto final de nuestra vida, y entonces apareció la muerte, la liberación de la vida interior de ese pez, de esa foca que éramos, o león marino.
Preguntas y respuestas 3 – Noche del jueves 10 de abril de 1952 p.110
Citas de los libros de Jozef Rulof