Lecciones

19.4 Los peces en las Esferas de Luz

 

Los peces en las aguas son un grupo mundial independiente, un grupo de sentimiento con sintonización material. También este grupo se desarrolla. El grado más alto que conocemos aquí en la Tierra son los peces tropicales de acuario. Estos peces los vemos de vuelta en las Esferas de Luz en las aguas. El grupo de peces sigue manifestándose como peces en el desarrollo posterior en las esferas y más tarde en el cuarto Grado Cósmico.

-Los peces en las aguas se extinguirán alguna vez y entonces habrán vivido ahora su espacio. Ahora ha vivido usted el grado más elevado de la especie de los peces tropicales de acuario, esos pececitos tan hermosos de Oriente. Es el grado más elevado. Esos que se pueden meter en un acuario, ¿verdad? En el otro lado, en las aguas, también pueden verlos, porque en el otro lado hay agua. También pueden vivir ustedes su manzano, su árbol del paraíso, allí, en una esfera, pueden comerse su manzanita. ¿En qué esfera? También existe.
Pero ese espíritu gregario como conciencia inferior se disuelve por completo. Aunque permanecerá el grado más elevado. Y entonces tendrán de cada grado una especie. Así que también es posible vivir esos peces en un estado espiritual.

Preguntas y respuestas 6 – Noche del martes 22 de mayo 1951 p.366

-Así que ese pez, esos pececitos de colores y todas esas especies viven su grado más elevado. Es un grupo mundial. Es un grupo de sentimiento, con sintonización material. Así que el pez sigue siendo pez. La flor sigue siendo flor. Y el animal sigue siendo animal. Y el ser humano sigue siendo ser humano.

-Así que aparecen diferentes especies ya existentes como una entidad. De lo contrario no vería flores en las esferas, ni naturaleza. Pero las hay, indudablemente. Y, claro, cuando usted va al cuarto grado cósmico, todo vuelve a ser diferente; pero se mantienen los peces, se mantienen los animales, las flores, los árboles, las personas, los espacios, los planetas, la luz. 

Preguntas y respuestas 6 – Noche del martes 24 de abril de 1951 p.277

Citas de los libros de Jozef Rulof