Lecciones

23.8 El séptimo grado de AMOR es la unidad con toda la vida en el Cosmos

 

A partir de la cuarta Esfera de Luz, se habla del grado espiritual de AMOR o el quinto grado de sentimiento.
Este grado solo es alcanzado por los Maestros en el más allá, porque ese grado está completamente desapegado de la materia terrenal material.
La Universidad de Cristo enseña que también existe un sexto grado espacial de AMOR, en el que uno experimenta una unidad de sentimiento con todas las formas de vida en el espacio. Y luego viene el séptimo grado cósmico o divino de AMOR o el séptimo grado de sentimiento. Cristo ha alcanzado este grado más alto y siente una unidad con toda la vida en el cosmos hasta su núcleo más profundo de la Omnifuente.
La Universidad de Cristo nos dice que todas las personas siguen el camino del AMOR y también alcanzarán algún día el séptimo grado de Amor. Las leyes de la Paternidad y Maternidad y la Reencarnación dirigen este proceso. Todo el AMOR que potencialmente ya estaba presente en nuestra alma, entonces lo irradiaremos como LUZ.

-Y no tenemos a esa criatura, sino a millones de personas a las que serviremos. Hay que amar todo. Así que entra usted en el amor universal; usted no hace más que hablar del amor humano. Y entonces recibirá el amor espiritual, recibirá el amor cósmico, el amor espacial, y después el Omniamor.

Preguntas y respuestas 6 – Noche del 13 de febrero de 1951 p.138

-Pero en ustedes; esa alma es una parte de Dios. Y por cada pensamiento harán que un rasgo de carácter adquiera conciencia. De modo que cada acto tiene un fundamento espacial, espiritual, divino. Hacen ustedes algo y ustedes mismos, el ser humano, Dios, el espacio puede sopesar su acto por la luz de ese espacio. Es decir, si hacen algo, ese acto se elevará directamente a las alturas, al espacio, y por eso adquieren fundamentos para andar, para caminar, para estar de pie. Tienen ustedes luz, tienen vida, tienen amor. Por el amor… por dar amor al acto, es… A eso se le llama “amor”.

Preguntas y respuestas 5 – Noche del martes 25 de abril de 1950 p.186


Citas de los libros de Jozef Rulof