Lecciones

26.4 El ser humano como creador de las esferas oscuras y esfera de la luz

 

Al principio en la tierra, la conciencia del alma estaba aún sintonizada con el odio y la pasión. Las almas que habían completado sus vidas terrenales crearon entonces una esfera astral que era oscura, fría y miserable. Estos seres espirituales podían visitar la tierra y aquí tomaban posesión del ser humano material y se desahogaban. En cierto momento, por su propio interés, también empezaron a proteger a estos seres humanos. Al hacerlo, descubrieron que hacer el bien tenía como resultado que su propia esfera se volvía gradualmente más clara y cálida. El ser humano se convirtió así gradualmente en el creador de la luz y así nació la esfera que ahora llamamos tierra crepuscular. Siglos después, se formó la primera esfera de luz. Y siglos después, vemos que la primera esfera se transforma en un estado superior que finalmente se convertirá en la segunda esfera de luz. Y así sucesivamente. Con el crecimiento del nivel espiritual, también creció la emisión de luz y la belleza del organismo espiritual. La esfera a su alrededor también se volvió cada vez más limpia y hermosa.

-Te he aclarado que el ser humano siguió y despertó en su estado material en la tierra, y ese despertar significó odio, pasión y animalización. Cada pecado que cometían, cada error que cometía el ser humano al quitarle la vida a otros, o sea, por todos esos horrores, se densificó en el mundo astral, y esto se convirtió en el infierno.

El origen del universo – El origen del infierno p.247

-A su alrededor empezó a haber luz. Las cosas buenas que hacían y generaban en la tierra para la humanidad construyeron otro mundo en el espíritu, y se convirtió en las esferas de luz.

El origen del universo – El origen del infierno p.259

-La luz interior que el ser humano hubo asimilado envolvía con sus rayos a otros, las moradas espirituales irradiaban la posesión interior del ser humano, y surgían templos y edificios. Muchos llevaban sus conocimientos y felicidad a la tierra, y allí surgía un invento tras otro.

El origen del universo – El ser humano como el creador de la luz p.262

Citas de los libros de Jozef Rulof