Lecciones

3.3 Todo nace de la Ominifuente Divinal del Amor. Sólo el Alma humana se vuelve Divinamente consciente

 

El ser humano está en el centro del plan evolutivo Divino.
Para comprenderlo y reconocerlo en nuestra vida cotidiana, es necesario conocer el origen del Todo.
El ser humano, como chispa Divina, debe desarrollar la conciencia Divina dominando el Universo, visible e invisible.

-Para hacérnoslo posible nos creó, hombre y mujer, a Su imagen.
-Depuso Su núcleo divino en el hombre y en la mujer, Su propia sintonización, Su sentimiento divino.
-Puso Su universo en sus manos, el universo material y astral.

Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado – Al originarse la humanidad

-Dios creó el universo para el ser humano, creó estrellas y planetas, pero creó al ser humano a su viva imagen.

El origen del universo – Hacia el primer grado cósmico p.91

-Dios quiso que por Su sintonización nos hiciéramos como Dios, que hiciéramos la transición en el universo conscientemente y que lo asimiláramos.

-El animal en la tierra es una chispa de Dios, al igual que un trozo de piedra, un pedazo de hierro, pero nosotros somos los seres conscientes, seres que infunden alma, que recibimos este regalo divino.

El origen del universo – La chispa divina p.204

Citas de los libros de Jozef Rulof