Los seres humanos nacemos de la Omnifuente como la chispa de la vida de Dios, y estamos supuestos a desarrollar nuestra conciencia de tal manera que podamos eventualmente regresar al Omnigrado Divino.
Para alcanzar esa conciencia, los seres humanos necesitan dominar el universo entero y las Sagradas leyes cósmicas
-Al principio de la creación había tinieblas. En el fondo, esas tinieblas eran energía, y esa energía, Dios.
-O sea, energía invisible que se densificó en soles, estrellas y planetas, y se reveló en los seres humanos y los animales. Pero toda esa vida es Dios.
El origen del universo – El origen del infierno p.253
-Cuando Dios se dividió a sí mismo, cuando se regaló a sí mismo, cuando se dividió en millones de partículas de las que fuimos creciendo los seres humanos, esto ocurrió con un fin determinado.
-Dios quiso que nosotros, Su Vida, siguiéramos una evolución tras otra, que viviéramos un grado tras otro para asimilar Sus leyes sagradas.
-Era Su voluntad que tomáramos conciencia de toda Su creación.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado – Al originarse la humanidad
-Como seres humanos tenemos que aceptar el ciclo divino.
Conferencias 2 – El universo que se dilata para el ser humano, para los sentimientos de ustedes p.74
Citas de los libros de Jozef Rulof